Amor a la tierra
Desde hace tiempo tenía el deseo de visitar las tierras extremeñas; motivos varios: pienso que es la más desconocida del territorio español y otro de que uno de mis apellidos es oriundo de ella, concretamente de Cáceres, Holguín, pero no tengo datos de la descendencia, ya que mi bisabuelo se consideraba jerezano. Puedo creer que sería un conquistador que se acercó a conquistar las tierras de Jerez o conquistó a una jerezana, esto último es lo más acertado.
Este sueño lo he realizado hace breves días. Monté el Cuartel General en la capital de la autonomía, Mérida, para empezar buen sitio, siguiendo distintas rutas: Badajoz, Cáceres, Guadalupe, Trujillo, Coria, Montánchez, Alcántara, Plasencia, Malpartida y otros destinos.
¿Qué puedo decir de todo lo visto?, muchas cosas, entre ellas la conservación de sus monumentos y sus cascos antiguos: hermosas catedrales, casas palacios, alcazabas o castillos, monasterios, etc.
De Cáceres su casco antiguos y palacios, Trujillo su alcazaba, Coria su catedral y alrededores, Guadalupe su monasterio y sus calles, Plasencia su centro histórico y sus dos catedrales, Alcántara su puente, Mérida su monumentalidad romana, etc. Hay que contar con la amabilidad y la gastronomía de los extremeños. Punto común en todo, su cuidado al patrimonio que poseen y la limpieza de los mismos.
Todo muy bien, pero al paso de los días, ya tenía nostalgia de mi vuelta a mi tierra, Jerez. ¿Qué tenemos los jerezanos, que cuando nos encontramos fuera, deseamos ardientemente volver a encontrarnos con la realidad de nuestro pueblo?
Muchas veces me pregunto, ¿de dónde me viene este deseo?, como muchos jerezanos nuestras raíces vienen de nuestra sierra; en el caso mío de Grazalema, aunque de mis abuelos, solamente uno era serrano, como mi padre. Haciendo memoria tengo que traer a la figura de mi abuela Elena (1871/1968), para ella Jerez era su pasión, delante de ella no se podía hablar mal de su pueblo, ni de Miguelito. Lo de Jerez lo entendía, pero lo de Miguelito a mi corta edad no sabía quién era, cuando lo supe no me sorprendió, ya que se refería a nuestro paisano don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (1870/1930). Desconozco la relación que mantuvo con esta familia, pero me consta que fue un hombre que amaba a su pueblo y muy querido por todos. Se cuentan muchas anécdotas de él entre sus paisanos de la época, (descansa de la paz al lado de nuestra patrona la imagen de Ntra. Sra. de la Merced). Expresado todo esto lo tengo claro, salgo a mi abuela Elena. Gracias abuela.
Ya en mi tierra, observo muchas carencias y me entristece, porque los jerezanos llevamos a gala que Jerez es lo mejor del mundo, pero la realidad es otra. Jerez está muy abandonado de nuestros gobernantes y de los propios jerezanos. Para analizar lo que digo, me voy a referir en algunos detalles, y usando un mantra que usa un buen amigo, Sánchez Moresco, cuando hace referencia a algunas de nuestra querida España. ¡Y no pasa nada!
Nuestro casco antiguo cada día más deteriorado y abandonado. ¡Y no pasa nada!
Mal uso de los contenedores con basuras y muebles abandonados. ¡Y no pasa nada!
Carril bici, ¿para qué?, se amplían las calles peatonales y las aceras. ¡Y no pasa nada!
Los autobuses en malas condiciones y viejos, y personal en huelga. ¡Y no pasa nada!
Calles céntricas, barriadas, parques, fachadas de viviendas sucias. ¡Y no pasa nada!
Pavimentos de muchas calles en mal estado: baches, socavones. ¡Y no pasa nada!
Aceras llenas de excrementos de animales y sucias y abandonadas. ¡Y no pasa nada!
Paredes emblemáticas abandonadas al servicio de los grafiteros. ¡Y no pasa nada!
Pequeñas, buenas, empresas en crisis y muchas de ellas cerrándose. ¡Y no pasa nada!
Cascos de bodegas deteriorándose y abandonados al saqueo. ¡Y no pasa nada!
Destrucción de edificios patrimoniales con mucha antigüedad. ¡Y no pasa nada!
Con una carga de 31.000 parados, con familias con muchas carencias. ¡Y no pasa nada!
Podríamos ir agregando muchas cosas, que cada uno retenemos en nuestra mente, y la lista sería interminable, pero no debemos preocuparnos, pues, ¡No pasa nada!
Culpable de todo esto………, no, todos tenemos algo de culpa y está en nuestras manos mejorarlo y hacer de Jerez el que fue. Próximamente tendremos una nueva ocasión y elegiremos nuevos ediles que se hagan cargo de administrar nuestros impuestos, será alcaldesa o alcalde, pero tanto unos como otros, deben moverse a pie de calle y solucionar las carencias de nuestro pueblo. Deseo que no se busque el poder sino el servir al pueblo, y éste es, Jerez de la Frontera.